Los bajos de Lunlunta camino a Barrancas tienen rutas y caminos que son un encanto. En cada rincón se descubre una vieja casona, una bodeguita, la antigua iglesia, la sede del colegio de Escribanos, cabañas, posadas ranchos de caballos, olivícolas y el río.

Desde Chacras tomamos la 60 hasta el carril Maza donde giramos hacia el Sur para seguir hacia los bajos de Lunlunta. Maza se transforma de a poco en una callecita de campo que toma el nombre Franklin Villanueva. Lo primero que sorprende es la antigua iglesia Nuestra Señora del Tránsito justo sobre la curva cerrada.
Siguiendo por Villanueva pasaremos por la antigua sede del primer alambique de Tapaus (la destilería hoy se encuentra en Perdriel) y por la bodega Filus. Rodeada de arboledas la calle Villanueva nos lleva directo al carril Pescara para tomar a la derecha y cruzar el puente de hierro que va a Barrancas.
El circuito ciclístico se convierte ahora en una aventura. La posibilidad de regresar hacia el oeste remontando el cauce del Río Mendoza suena atractivo.
El paisaje no puede ser mejor. Cortaderas que rodean los arroyos, el Plata nevado al fondo, los cerrillos de Barrancas y un cielo demasiado azul.

Siguiendo el curso del río tendremos los bajos de Lunlunta en ambas márgenes, hacia el Sur costearemos los bajos de las Cabañas Caprinas y los Baños de Lunlunta, y en la margen Norte estarán los bajos de lugares como Divina Marga.

Un circuito para pedalear entre arenilla y piedra, donde por momentos aparecen huellas y arroyitos que las cruzan.

Dependerá del estado físico y las ganas de seguir porque el río se puede remontar indefinidamente hasta el próximo puente.
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